Preparando tu música para plataformas de streaming

 Cómo adaptar tus mezclas para servicios de streaming y plataformas de música 

La forma en que consumimos música ha cambiado drásticamente en la última década. Hoy en día, la mayoría de los oyentes acceden a sus canciones favoritas a través de servicios de streaming como Spotify, Apple Music, YouTube Music y Tidal. Sin embargo, muchos productores musicales aún no comprenden la importancia de adaptar sus mezclas para estas plataformas. En este artículo, aprenderás cómo optimizar tus mezclas y masterización para que suenen lo mejor posible en los servicios de streaming más populares.

Streaming music


¿Por qué es importante adaptar tus mezclas para el streaming?

Los servicios de streaming de música aplican procesamiento a las pistas que se suben a sus plataformas. Esto incluye la normalización del volumen, la conversión de archivos a diferentes formatos (como MP3 o AAC), y en algunos casos, incluso aplican compresión adicional. Si no tomas esto en cuenta al momento de mezclar y masterizar, tu música podría perder calidad o sonar inconsistente con respecto a otras canciones en la plataforma.

Uno de los principales factores a considerar es el loudness o nivel de volumen percibido, mejor conocido como sonoridad. Cada plataforma de streaming tiene sus propios estándares de loudness para asegurarse de que todas las pistas suenen a un volumen relativamente uniforme, independientemente de cómo hayan sido masterizadas. Esto significa que si tu mezcla es demasiado fuerte, será reducida en volumen, lo que podría afectar la calidad sonora.


Entender el estándar de loudness: LUFS

El nivel de loudness se mide en LUFS (Loudness Units relative to Full Scale), que es una unidad de medida que tiene en cuenta la percepción humana de sonoridad. Las principales plataformas de streaming utilizan LUFS para ajustar automáticamente el volumen de las canciones y mantener una experiencia de escucha uniforme.

A continuación, te presentamos los niveles de LUFS recomendados para las principales plataformas de streaming al día de hoy:

  • Spotify: -14 LUFS
  • Apple Music: -16 LUFS
  • YouTube: -14 LUFS
  • Tidal -14 LUFS
  • Amazon Music: -14 LUFS

Si tu pista tiene un nivel de loudness superior a estos valores, la plataforma reducirá su volumen. Esto puede afectar negativamente la dinámica y el impacto de la mezcla, especialmente si has comprimido y limitado demasiado la pista para hacerla sonar más fuerte. Por otro lado, si tu mezcla es demasiado suave, puede sonar débil en comparación con otras canciones.

Spotify


Cómo medir y ajustar el loudness en tu mezcla

Para asegurarte de que tu mezcla cumple con los estándares de loudness de cada plataforma, debes utilizar un medidor de LUFS en la etapa de masterización. Existen varios plugins que te permitirán medir el loudness de manera precisa, como iZotope Insight, Youlean Loudness Meter o MeterPlugs LCAST.

Una vez que hayas instalado un medidor de LUFS, sigue estos pasos:

1. Mezcla con un buen balance dinámico. Antes de preocuparte por los niveles de loudness, asegúrate de que tu mezcla tenga un buen balance entre los diferentes elementos (voces, instrumentos, percusión, etc.). La compresión y la limitación deben utilizarse con moderación para evitar una mezcla demasiado comprimida y sin vida.

2. Usa un limitador en el master. En la etapa de masterización, aplica un limitador al final de la cadena de procesamiento del master. Esto te ayudará a evitar picos no deseados y te permitirá ajustar el volumen de la mezcla sin distorsionar.

3. Ajusta el loudness según la plataforma. Después de aplicar el limitador, ajusta el nivel de loudness de tu mezcla hasta que se sitúe en el rango adecuado para la plataforma de streaming en la que deseas publicar la música. Recuerda que los valores óptimos de LUFS varían de una plataforma a otra, así que es puedes masterizar diferentes versiones si planeas subir tu música a múltiples servicios, o bien, buscar un "término medio" que le quede bien a tu música.


Consideraciones sobre la conversión de archivos

La mayoría de los servicios de streaming comprimen los archivos de audio para reducir el tamaño y mejorar la transmisión. Esto se hace utilizando formatos con pérdida como MP3 o AAC, lo que significa que parte de la calidad de la pista original se perderá en el proceso. Para minimizar esta pérdida, sigue estos consejos:

- Exporta a la más alta calidad posible. Aunque las plataformas de streaming comprimen el archivo, debes asegurarte de que el archivo original sea lo más fiel posible. Exporta siempre tus mezclas finales en un formato sin compresión, como WAV o AIFF, con una frecuencia de muestreo de al menos 44.1 kHz y una profundidad de bits de 24 bits.

- Cuidado con los agudos excesivos. Durante la conversión, las frecuencias altas tienden a sufrir más. Si tu mezcla tiene agudos muy pronunciados, pueden sonar ásperos o distorsionados tras la compresión. Asegúrate de que las frecuencias agudas estén controladas con un ecualizador o compresor multibanda antes de exportar el archivo.

- Evita la sobresaturación y los efectos extremos. Efectos como la saturación o la distorsión pueden volverse impredecibles tras la compresión del archivo. Mantén un equilibrio entre lo creativo y lo funcional, asegurándote de que tu mezcla suene bien tanto en alta como en baja calidad.


Cómo comprobar la calidad de tu mezcla tras la conversión

Una vez que hayas subido tu pista a una plataforma de streaming, es fundamental escucharla en su formato comprimido. Esto te permitirá detectar cualquier problema que haya surgido tras la conversión y asegurarte de que la mezcla aún suene bien.

Algunas formas de comprobar la calidad incluyen:

- Utilizar alguna herramienta de monitoreo de streaming. Puedes usar una herramienta online gratuita, como Loudness Penalty de MeterPlugs (loudnesspenalty.com), en donde puedes escuchar el efecto de cada plataforma en tu música.

- Probar en diferentes dispositivos. Escucha tu mezcla en una variedad de dispositivos, como audífonos, altavoces portátiles y sistemas de sonido de alta fidelidad. Asegúrate de que la mezcla suene equilibrada en todos los contextos.

Adaptar tus mezclas para plataformas de streaming es esencial en la era digital. Entender los estándares de loudness, ajustar tus mezclas adecuadamente y tener en cuenta la conversión de archivos puede marcar una gran diferencia en cómo se percibe tu música. Recuerda que la clave está en no obsesionarse con hacer que la mezcla suene lo más fuerte posible, sino en mantener un balance dinámico y una calidad sonora óptima que se mantenga en cualquier formato o dispositivo, ajustando el volumen adecuado según el tipo de música y género.

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