Masterización para vinilos

Masterizando discos de vinilo 

Qué son los vinilos 

Los discos de vinilo son medios de almacenamiento analógicos de señales sonoras. Comenzaron en la década de 1950 y fueron el principal medio durante el desarrollo de la industria discográfica en el s. XX. El formato más común fue el de discos de 12 pulgadas girando a 33.3 rpm (conocidos como LP o long playing), aunque existen otros tamaños y velocidades.

disco de vinil

A finales de los 80's, con la llegada de los CD de audio digital, los vinilos dejaron de ser el medio principal de distribución de grabaciones. Sin embargo, debido a la calidad de sonido que reproducen, han retomado un auge en los años recientes. De hecho, las ventas de discos de vinilo se han mantenido en aumento constante en la última década.

Actualmente, es común que muchos artistas saquen a la venta material en discos de vinilo. Sin embargo, debido a sus grandes diferencias con el audio digital, se requiere de un tratamiento diferente en el proceso de masterización.


Características principales de los vinilos

En principio, los vinilos literalmente son grabados con las ondas sonoras. Es decir, el movimiento que genera una onda sonora es capturado y grabado (o marcado) en el vinilo. Esto genera surcos microscópicos a lo largo del disco. Por este motivo es que técnicamente, los vinilos no guardan señales de audio, pues no almacenan señales eléctricas, sino que registran las ondas de sonido de forma mecánica.

disco en microscopio
Vinilo visto en microscopio

Esto tiene la ventaja de almacenar el sonido de una manera muy fiel, pues no se requiere de ninguna conversión análogo digital (ADC). Sin embargo, su rango típico de frecuencias es de 30 Hz a 18 kHz, el cual es inferior al de un CD (5 Hz a 22 kHz).

También tiene la desventaja de que los surcos son afectados por el polvo, por rayones y que se van desgastando cada vez que se reproduce el disco. Esto significa que, cuanto más toquemos el disco, ¡la calidad del sonido irá disminuyendo poco a poco!

Otra desventaja es que son mucho más delicados que un CD. Una simple caída puede hacer que el disco se rompa, por lo que hay que ser cuidadosos al manipularlos. Desde mi punto de vista, ¡esto ayudó indirectamente al incremento en la venta de discos del siglo pasado! 😅

Otra de las características es la duración de la grabación. Un vinilo de 12 pulgadas a 33.3 rpm puede almacenar alrededor de 20 minutos por lado, pero esto se puede ajustar dependiendo del nivel de la señal. Cuanto más intensa sea la señal que grabemos, se generarán surcos más grandes y que ocupan más espacio. Por lo tanto, si queremos almacenar más tiempo de grabación, tendremos que sacrificar un poco la intensidad de la señal y, con ello, la relación señal ruido.

Por esto, es muy importante que al masterizar vinilos cuidemos la distribución de canciones en cada lado del disco, cerciorándonos que la duración sea equilibrada y que el orden sea acorde a la idea artística del álbum.

Los vinilos tienen un rango dinámico de alrededor de 70 dB. Esto es bastante menor que los CD, que tienen un rango cercano a los 96 dB. Esto se debe principalmente a que el vinilo genera bastante ruido de fondo, en comparación con un CD. 

Sin embargo, las producciones para vinilo suelen aprovechar mejor este rango dinámico que las producciones para CD, ya que no buscan simplemente sonar fuerte, sino mantener la dinámica de la música. Esto influye de manera importante en la preferencia reciente de escuchar música en vinilos.

Otras características del vinilo son el wow y el flutter. Estos efectos (a veces traducidos como "lloro" y "fluctuación") se deben a los cambios de velocidad de los motores de las tornamesas. El resultado es un cambio en la frecuencia del sonido, lo cual reduce la calidad de la reproducción.

Todas estas características hacen que la masterización para vinilo deba ser diferente que para el audio digital. No se recomienda usar el mismo archivo de audio al masterizar para ambos medios. 

Lo más recomendable es crear un archivo de audio para el master de CD y otro con un tratamiento distinto para el vinilo. En algunos casos, hay quienes también generan una tercera versión para la distribución en plataformas digitales.


Recomendaciones al masterizar para vinilo

Existen diversas compañías que pueden crear vinilos a partir de un archivo digital. Si vas a preparar un master para vinilo, aquí tienes algunas recomendaciones en la entrega de tu archivo:

  • Utiliza archivos WAV a 24 bits y al menos a 48 kHz de sampling rate.

  • Evita demasiada compresión y limitación en general. De preferencia, llega a niveles máximos de -12 dB RMS o -14 LUFS en promedio.

  • El archivo debe tener niveles pico máximos de -1 dB true-peak.

  • Evita el exceso de frecuencias graves y agudas. Como ya mencionamos, un vinilo tiene un rango en frecuencia típico de 30 Hz a 18 kHz, por lo que es perjudicial resaltar demasiado los extremos de frecuencia.

  • Evita el exceso de agudos en las voces. Procura utilizar de-essers en cada canal de voz en la mezcla.

  • La señal debajo de 300 Hz debe ser mono. Puedes usar algún procesador de imagen estéreo multibanda para ajustar esto.

  • La calidad del vinilo se reduce cerca del centro del disco (las últimas canciones de cada lado). Coloca las canciones más importantes al inicio de cada lado.

Como vemos, masterizar para vinilo requiere de ciertos cuidados en la preparación del archivo final. Sin embargo, no son requerimientos tan complicados. En general, hay que recordar que el objetivo de la música en vinilo es brindar mayor dinámica y naturalidad al sonido, por lo que hay que evitar un exceso de procesamiento en el master.

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